Autor/es:
Francisco Joaquín Cortés García, Gustavo Caro Gómez

Fecha de publicación:
16 de agosto de 2009

Deposito:
AL-1028-2008

Resumen:
El proceso de globalización, o mejor dicho, el proceso de mundialización al que estamos asistiendo de forma especialmente virulenta desde hace algo más de una década, se ha convertido en una unidad de experiencia inaplazable que tiene, obviamente, efectos inequívocos sobre el fenómeno migratorio. Dicho fenómeno, tanto desde el punto de vista cuantitativo como desde el punto de vista cualitativo, ha adquirido una importancia social en la etapa de la globalización, en la que se produce una relativización del tiempo y del espacio (físicos, pero también sociales, culturales y económicos), que tiene escasos precedentes en nuestra historia moderna. El proyecto migratorio de carácter individual acaecido en el siglo XIX, que se correspondía, como se ha dicho en alguna ocasión, con la aparición de un mercado global de la fuerza de trabajo, en la actualidad adquiere una vertiente social insólita que presenta importantes derivaciones y ramificaciones ocasionadas por la complejidad de las sociedades contemporáneas y por la preponderancia absoluta de los flujos financieros sobre los flujos económicos. El capital financiero se mueve a velocidad electrónica, en tanto que el capital industrial (deslocalizaciones) y el capital humano (migraciones) se mueve de forma más ralentizada y provocando importantes problemas económicos y sociales.